Cielo Divino

  Solo cuando Dios y los seres humanos nos amamos y nos convertimos en uno, podemos realmente reconocer y demostrar el valor de nuestra existencia y disfrutar del verdadero gozo de la vida. Si existiera alguien en este mundo a quien nadie quiera, ni tenga a alguien a quien amar, esa persona viviría en una profunda infelicidad. Las personas no pueden vivir plenamente en este mundo sin el amor de alguien.  Incluso si alguien las ama, si no encuentran un amor genuino, la vida se volvería vacía y sin sentido. Esto ocurre porque Dios, quien nos creó, es amor en sí mismo, la esencia misma del amor. Dado que fuimos creados por Él, que es amor puro, no podemos encontrar satisfacción ni demostrar el valor de nuestra vida si no intercambiamos amor con otros.  Es impossible vivir plenamente sin amor.   Y, sabiendo Dios esto mejor que nadie, nos lo recuerda constantemente: «Establezcamos el amor entre nosotros».   Solo alcanzando ese amor mutuo con Dios, los seres...

Como Dios nos ama con todo su corazón, solo al amarlo a Él con todo nuestro corazón podemos establecer una verdadera relación de amor con Él.   Dios nos ama de manera completa. Por lo tanto, si no lo amamos a Él con todo nuestro corazón, no podremos tener una relación de amor con Él. Imaginemos una relación de pareja. ¿Cómo podría perdurar si respondemos al amor tan profundo de nuestra pareja con un amor superficial, formal o hipócrita? Con el tiempo, esa persona perderá el interés y buscará a alguien más con quien compartir un amor verdadero. Dios siempre ha querido tener una relación con nosotros, los seres humanos, que sea como la de dos enamorados. Una relación romántica nunca perdura a menos que ambos se amen con todo el corazón. Las relaciones con amigos o familiares pueden aguantar, incluso si son superficiales, pero una relación superficial con un ser amado no resistirá el paso del tiempo. De hecho, cuanto más superficial se vuelve, mayor es la carga, y eventualmente, ...

  Dios desea establecer una relación de amor con nosotros, los humanos, una relación en la que nos comuniquemos de corazón a corazón. Precisamente porque Dios es invisible, podemos establecer una comunión de amor genuina, sin pretensión. Aunque Dios tiene la capacidad de darnos cosas materiales en abundancia, cuando se trata de establecer una relación de amor con nosotros, lo primero que hace es guiarnos para que podamos sentir Su amor, antes de darnos cosas materiales.   Él espera que sintamos Su amor por encima de todo. Cualquiera puede dar cosas materiales sin amor, pero nadie puede hacer que otra persona sienta amor, a menos que sea genuino. Y dado que el corazón de Dios está lleno de un amor infinitamente profundo, Él quiere que lo experimentemos de manera profunda también. De hecho, si realmente podemos sentir el amor de Dios en nuestro corazón, no podremos evitar emocionarnos por su magnitud y profundidad, hasta el punto de que nuestro corazón tiembla.  Nos ve...

Nuestra fe es nuestra mayor herramienta. Cuando oramos con fe, nuestra conexión con lo divino se fortalece, y esa fuerza nos impulsa a seguir adelante.  Cuanto más firme es nuestra fe, más evidente se vuelve el poder de Dios en nuestras vidas.  A través de personas con una fe sólida, ese poder puede manifestarse de manera increíble en este mundo. A medida que crecemos en la fe, el poder de Dios se hace más real en nuestra vida diaria, y es imposible no notarlo. Por eso, Satanás siempre intentará sabotear nuestra fe, de muchas maneras.  Su táctica más común es hacernos dudar de la existencia de Dios, engañándonos con la idea de que "no hay nada más allá de lo que vemos". El objetivo de todo esto es frenar la acción de Dios en la Tierra.  Si nos hace pensar que no hay poder divino, entonces, según su lógica, el mundo estaría completamente a merced de la tristeza, la confusión y el caos.  Y muchas veces, esa es la realidad en la que viven las personas que se han de...

Cuando amamos a Dios con un amor perfecto, el lugar en el que nos encontramos se transforma en algo tan puro y santo que Satanás no puede acercarse. Donde existe un amor perfecto, allí habrá un cielo y un santuario perfectos. El Señor nos ha dicho que, si amamos a Dios con un amor perfecto, ese lugar se convertirá en un santuario perfecto, un refugio al que Satanás no podrá ni acercarse por miedo. A lo largo del tiempo, Dios ha transmitido Sus palabras desde diferentes perspectivas, enseñándonos cómo luchar contra Satanás y cómo destruir su influencia.  Sin embargo, lo más importante es que estemos unidos a Él a través de un amor perfecto. Ese amor será nuestra arma definitiva para expulsarlo. Dios nos prometió crear un Cielo en la Tierra, y aunque muchos se pregunten si esto es posible en un mundo tan lleno de dificultades, la respuesta es sí. Si estamos en perfecta unión con Dios, ese amor transformará todo lo que tocamos en un santuario impenetrable para Satanás, y podremos crea...

El amor es entender lo que la otra persona necesita y hacerlo, sin importar el momento. Dios siempre nos ha amado con un amor así, profundo y sincero, por lo que también debemos amarlo de la misma manera en que Él nos ama. Dios siempre ve lo más profundo de nuestros corazones, con una mirada llena de comprensión. Por eso, para nosotros, como seres humanos, Dios puede parecer una presencia imponente.  Sin embargo, si lo vemos desde otra perspectiva, nos damos cuenta de que precisamente porque Él conoce nuestro interior, es capaz de comprender nuestros sentimientos y amarnos de una forma que realmente satisface lo más profundo de nuestro ser. Y dado que Dios siempre nos ama con esa profundidad, nosotros también debemos esforzarnos por comprender Su corazón en cada momento, para poder amarlo de una manera que lo haga sentir plenamente feliz y satisfecho. Cuando lo hacemos, Dios se complace en nosotros y, desde lo más profundo de Su ser, nos ama aún más. De esta manera, nos unimos a Él...

Dios dijo: «Cuando enfrentes momentos difíciles, no te preocupes por tratar de complacerme a toda costa, simplemente pídeme ayuda».  Los vedaderos amantes se reconocen porque se ayudan mutuamente. Cuando estamos llenos de amor por Dios y somos receptores de Su gracia, Satanás, celoso de esa conexión, buscará interrumpirla de todas formas posibles, tratando de alejarnos de Él.  En esos momentos, lo que Dios nos pide no es que nos esforcemos por agradarle con nuestras propias fuerza, sino que simplemente le pidamos ayuda. Si realmente clamamos a Él, Su respuesta será clara: nos ayudará, y en ese proceso, Su amor se hará aún más tangible, más cercano, y no podremos evitar amarlo más.   Dios sabe esto, por eso desea que seamos nosotros quienes lo invoquemos primero, con sinceridad. A lo largo de la historia, la humanidad se ha alejado de Él, ha ignorado Su presencia y, en muchos casos, ni siquiera ha pedido Su ayuda. Por eso, cuando lo hacemos, Dios se llena de gozo, por...

Dios realmente te ama, entonces, ¿haría algo que te hiciera dudar de Su amor? Si alguna vez dudas del amor de Dios, es porque Satanás está interfiriendo en tu relación de amor con Él. Si Dios apartara sus ojos de nosotros aunque fuera por un momento y dejara de protegernos, Satanás aprovecharía inmediatamente esa brecha y destruiría nuestra fe. Satanás tiene el poder para hacerlo posible. La razón por la que todavía podemos mantener nuestra fe es porque Dios nunca nos abandona, sino que nos cuida, nos ayuda y nos guía con su amor. Sin embargo, aunque Dios nos ama tanto, a veces los humanos dudamos de Su amor. Esto se debe a que, cuando los vientos de la tribulación son tan fuertes, a veces no nos queda más remedio que dudar de Su amor.   Sin embargo, en tales casos, deberíamos creer que no es Dios quien nos atormenta, sino Satanás, que tiene celos de la relación de amor entre nosotros y Dios, y trata de manipularnos y destruirla. Dios realmente nos ama, así que ¿cómo es posibl...

  La invisibilidad de Dios puede parecer una desventaja para el ser humano.  Sin embargo, Dios se atreve a crear este mundo así, invitando al Cielo solo a aquellos que logren superar esta dificultad y, a pesar de todo, son capaces de llamarle y amarle.       Para nosotros, el desafío de establecer una relación de amor con Dios surge precisamente de Su invisibilidad.  Esta es una de las grandes desventajas desde nuestra perspectiva humana.   Aún así, Dios decidió crearnos de esta manera. Y lo hizo porque cree que aquellos que logran superar esta dificultad, que son capaces de percibirle, reconocerle, creer en Él y amarle, son los que realmente merecen una relación de amor con Él.   Si amar a Dios fuera algo fácil, tal vez Él no lo valoraría tanto.  Pero cuando hay personas que, a pesar de las grandes desventajas, logran percibir, reconocer, creer, buscar y amar a Dios, superando todos estos obstáculos, Él se complace profundamen...