Cielo Divino

Primero, llama a Dios. Entonces Dios te amará.  Y ningún ser quiere perder el amor que ha recibido, así que, cuanto más amado sea por Dios, más naturalmente querrá corresponderle.  Dios nos ha dicho que le llamemos primero. Lo dice porque, cuando le llamamos, viene a nuestro lado y nos acompaña y ayuda con amor. Y, recibiendo siempre así el amor de Dios, cualquier persona se sentirá conmovida por su magnitud y, queriendo no perderlo, se apasionará por amar a Dios.  Esto se debe a que perder el amor que una vez recibió le hace sentir demasiado desamparado, doloroso y triste.  Muchas personas en este mundo nunca han experimentado el amor de Dios, así que suelen pensar que no lo necesitan. No obstante, una persona nunca diría algo así, una véz que ha recibido Su amor aunque sea solo una vez, porque Su amor es tan tremendo como empezará buscar fervientemente Su amor y no podrá evitar amarle.  Mi oración es que cada uno de nosotros entablemos la comunión de amor con ...

Las ideas mundanas son aquellas que no tienen valor, que no sirven para nada, y Satanás siempre trata de llenar nuestras mentes con ellas.  Hoy en día, vivimos en un mundo saturado de información, y muchas personas andan por la vida sin saber lo que está bien y lo que está mal. Satanás se dedica a sembrar mentiras en nuestra mente para que, cuando escuchamos la Palabra de la Verdad, no sepamos reconocerla. Constantemente, Satanás susurra falsedades en nuestros oídos a nivel espiritual, mientras que, en el plano terrenal, usa a celebridades, intelectuales e influenciadores para difundir mensajes que no aportan nada positivo al mundo. Este engaño hace que cada vez nos cueste más discernir lo que está bien y lo que está mal, llevándonos a la confusión y a una falta de sabiduría. Si alguien carece de sabiduría, cuando escuche la Palabra de la Verdad, no podrá reconocerla y vivirá su vida perdida, sin saber distinguir lo bueno de lo malo. Incluso si esa persona estuviera aprendiendo sob...

Cuando invocamos a Dios, se abre el camino por el cual Él nos ama, y cuando le agradamos, se abre el camino por el cual le podemos amar. En Su Palabra, Dios nos dice con frecuencia: "Invoca a Dios" y "Aférrate a Dios". También nos recuerda en repetidas ocasiones: "Agradar a Dios" y "Amar a Dios". A simple vista, puede parecer que "invocar a Dios" y "agradar a Dios" son ideas opuestas. Algunos podrían preguntarse por qué Dios nos dice que nos aferremos a Él en un momento, y en otro, que Le agrademos. La razón es esta: solo cuando invocamos a Dios abrimos el camino por el cual Él puede amarnos. Y solo cuando lo agradamos, podemos abrir el camino por el cual podemos amarlo. Cuando ambos caminos (invocar a Dios y agradarle) están bien establecidos, puede producirse un verdadero intercambio de amor.  Tanto Dios como nosotros, los seres humanos, podemos amarnos mutuamente, llenándonos de amor y alegría. En resumen, todo lo que Dios ...

Las personas que oran se llenan del espíritu divino, y quienes están llenos del espíritu divino se fortalecen en la fe.   A través de estas personas con fe firme, el poder de Dios se manifiesta poderosamente en la Tierra. Tan pronto como tenemos fe, el poder de Dios actúa con más fuerza en nuestro mundo. Por eso, Satanás trabaja arduamente para destruir nuestra fe, usando todo tipo de trucos y mentiras para convencernos de que "Dios no existe". De este modo, Satanás intenta evitar que el poder de Dios obre en la Tierra. En realidad, muchas personas en este mundo han sido engañadas por Satanás y creen que Dios no es real.  Debido a esto, el poder de Dios no se manifiesta en sus vidas, y a menudo se sienten atrapados en la confusión y el sufrimiento. Pero para los que creemos, el poder de Dios siempre está actuando. Nuestras oraciones son respondidas, y vemos señales y milagros casi a diario. Nuestras vidas están llenas de alegría y propósito gracias a ello. Como pueden ver...

Incluso cuando vivimos por fe, podemos encontrarnos con varios problemas en nuestras vidas.  Entonces nos preocupamos por lo que hacer, reflexionamos sobre el problema y buscamos una solución con nuestra propia fuerza.   Sin embargo, en una situación así es el momento de entregarselo todo a Dios y rezar con renovada determinación para vivir para Él, porque entonces Dios resolverá el problema de mejor forma.  Confiadle todas vuestras preocupaciones,   ya que él se preocupa por vosotros.    (1 Pedro 5:7) Además, Dios nos ha dado la condición para mantener siempre la serenidad, independientemente de las dificultades que encontremos.  Por lo tanto, siempre podemos pensar con calma y hacer frente a la situación sin dejarnos llevar por la ansiedad, la preocupación o los pensamientos negativos.  Yo misma, a través de vivir por la fe, he aprendido que si confio en Dios y rezo por Su ayuda, puedo afrontar las cosas sin alterarme por lo que ocurre a mi...

Oremos para que ninguna voluntad humana influya en este mundo y para que solo se haga la voluntad de Dios. Cuanto más oremos a Dios, más poderosamente Su fuerza se manifestará en la Tierra. Gracias a nuestras oraciones continuas durante los últimos dos años, el poder del mal ha disminuido de manera sorprendente, y las organizaciones malvadas han perdido gran parte de su fuerza. Sin embargo, el poder de Dios no se limita solo a esto. Si oramos con mayor intensidad, el poder de Dios se manifestará con tal fuerza que todos en el mundo no tendrán más opción que reconocer que Él existe y que Su poder está obrando en la Tierra. Cuando el poder de Dios actúe con toda Su fuerza en este mundo, ninguna voluntad humana prevalecerá; solo se cumplirá la voluntad divina.  El mal será destruido cada vez más, y la justicia comenzará a prosperar. Nadie desea que el mal florezca, sino que, por el contrario, la justicia se levante.   Estos deseos no pueden cumplirse solo con el poder humano...

La gente se siente feliz cuando tiene suficiente espacio en el corazón, tiempo y bienestar financiero.   Y se siente  infeliz cuando pierde incluso solo una de estas cosas.  Sin embargo, todas ellas se nos dan en abundancia cuando amamos a Dios.  Hoy en día, el mundo enfrenta muchas dificultades, y cada vez más personas tienen menos margen de maniobra. Sin embargo, los seres humanos solo encontramos verdadeera felicidad cuando tenemos suficiente espacio en el corazones, tiempo y estabilidad financiera, como nos ha enseñado Dios. De hecho, cuando una persona pierde alguna de estas cosas, rápidamente se siente atrapada, infeliz y desesperada. Pero en realidad, no es fácil conseguirlas en el mundo actual. Por otro lado, cuando volvemos a Dios y lo amamos de verdad, estas "suficiencias" se nos conceden de manera misteriosa. Para aquellos que aman a Dios, vivir con estos márgenes se convierte en una rutina diaria, y así, experimentar la felicidad se vu...