Solo cuando establecemos condiciones de justicia y acumulamos tesoros en el Cielo, el Espíritu Santo puede recibirlos para obrar en nosotros
Por tanto, a los justos se nos permite vivir una vida plena y feliz, rebosante de la gracia y las bendiciones del Espíritu Santo.
Sin embargo, aunque muchos Espíritus Santos desciendan a esta tierra, si no establecemos las condiciones de justicia necesarias, no podrán ayudarnos.
Como mencioné, el reino celestial es un mundo de justicia, donde cada uno recibe según lo que ha dado. Solo cuando establecemos las condiciones justas, el Espíritu Santo puede actuar a nuestro favor de acuerdo con ellas.
Sobre todo, expliqué que estas condiciones de justicia representan el dinero celestial que el Espíritu Santo recibe para llevar a cabo su obra.
Por eso, si no acumulamos tesoros en el Cielo, los espíritus del Señor no podrán actuar a nuestro favor, e incluso podríamos ser juzgados a través de ellos.
De todo corazón, les deseo que establezcan las condiciones de justicia necesarias. Que vivan una vida bendecida y feliz, con el Espíritu Santo protegiéndolos y guiándolos siempre.
Para leer el artículo original, haz clic aquí: RAPT945 21/07/2025
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