Por mucho que desarrolles tu individualidad y tus talentos, si no recibes la guía del Espíritu Santo, no te servirán de nada. Solo con Su guía podemos ser conducidos por el camino que nos permite aprovecharlos al máximo.
Dios nos llama a desarrollar nuestra individualidad y nuestros talentos. Pero por mucho que una persona los cultive, si no está llena del Espíritu Santo, no podrá encontrar el lugar adecuado para ponerlos en práctica.
Solo cuando vivimos cumpliendo las condiciones de la justicia en lo cotidiano y dejamos que el Espíritu Santo nos llene, podemos expresar plenamente nuestra individualidad y nuestros talentos, y ser instrumentos valiosos para cumplir la voluntad de Dios.
En el reino de Dios, no podemos enfocarnos solo en las cosas del mundo y olvidar lo espiritual.
Solo cuando vivimos plenamente según la justicia —tanto en lo espiritual como en lo físico—, el Espíritu Santo puede guiar toda nuestra vida. Así podemos usar al máximo nuestra individualidad y nuestros talentos para brillar en este mundo y cumplir de forma maravillosa la voluntad de Dios.
Algunas personas, incluso, pueden recibir de Dios grandes bendiciones como riqueza y honor.
Dios es totalmente justo y recto: da pocas bendiciones a quienes no viven conforme a su justicia, pero derrama bendiciones sin medida sobre quienes lo hacen con todo el corazón.
Para leer el artículo original, haz clic aquí: RAPT 946 26/7/2025