Orar por lo que Dios desea es el camino más corto para ser uno con Él. Y cuando una persona se une a Dios, sin duda Él la usará como Su cuerpo.
Dios nos ha dicho que nuestra responsabilidad como seres humanos es orar, y que la Suya es responder.
Dios no puede orar, y nosotros no podemos responder a las oraciones.
La voluntad de Dios solo puede cumplirse en la Tierra si cada uno hace por los demás lo que ellos no pueden hacer por sí mismos.
El Reino Celestial es un lugar justo, donde recibimos según lo que damos. Por eso, si oramos por lo que Dios desea y Él escucha esa oración, también atenderá de inmediato lo que nosotros deseamos.
Solo viviendo cada día de esta manera podremos llegar a ser uno en corazón con Dios y permitir que Él nos use de gran manera.
De todo corazón, les deseo que siempre oren con sinceridad, para que se cumpla tanto la voluntad de Dios como sus propios anhelos, y que vivan una vida plena, bendecida y feliz.
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