Date cuenta de que es en tu trabajo donde encontrarás bendiciones, felicidad, alegría y propósito en la vida
En este mundo, hay personas que creen que la verdadera felicidad está en no tener que trabajar, y sueñan con hacerse ricas de la noche a la mañana.
Otros sueñan con vivir el resto de sus días gracias a algún tipo de ingreso pasivo, y se esfuerzan mucho para lograrlo.
Pero, ¿puede alguien ser realmente feliz dedicándose solo a descansar o divertirse, sin trabajar?
Es verdad que muchos trabajos en este mundo pueden sentirse como una carga pesada, casi como si uno fuera un esclavo. Eso cansa tanto el cuerpo como la mente, y por eso muchas personas no encuentran alegría ni propósito en lo que hacen.
Sin embargo, quienes han obedecido la Palabra del Señor ya saben que hacer Su obra llena el corazón de bendiciones y alegría.
Claro que es hermoso recibir una recompensa del Señor por nuestro trabajo, pero incluso sin eso, el simple hecho de servirle puede traer una profunda felicidad y darle sentido a nuestra vida.
Si, en cambio, uno solo se dedica a jugar y no trabaja, no hay oportunidad de crecer ni avanzar, y eso puede llevar a perder de vista el propio valor y la identidad.
Y no hay nada más doloroso para una persona que olvidar quién es y cuánto vale.
Por eso Dios nos anima a no ser perezosos, sino a ser diligentes. Quienes hacen la obra del Señor con este corazón, llenos de Su gracia y alegría, pueden decir con certeza que están viviendo una vida celestial.
Para leer el artículo original, haz clic aquí: RAPT 301 11/8/2018
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