La era del Espíritu Santo es un tiempo en el que los justos y los malvados serán claramente separados. Los justos recibirán bendiciones abundantes, sin límites. Los malvados, en cambio, enfrentarán un juicio terrible, sin escapatoria.
Dios ha dicho que a partir de este año comienza la era del Espíritu Santo. Y esa era es, precisamente, un tiempo en el que los justos y los malvados serán separados por completo.
Esto es así porque el Espíritu Santo solo puede habitar en personas justas, y no puede habitar en personas malvadas.
Por eso, mientras los justos son llenados abundantemente con la gracia del Espíritu Santo, los malvados no pueden recibirlo. Solo esto ya causa una gran diferencia en la vida de cada uno.
Además, entre los que han recibido al Espíritu Santo, aquellos que dejan a un lado sus propios pensamientos y viven obedeciendo fielmente la Palabra de Dios, podrán vivir guiados por el Espíritu Santo. Esas personas construirán el cielo en la tierra, vivirán felices aquí, y después de la muerte también entrarán al cielo para vivir eternamente bendecidos junto a Dios.
Por otro lado, los malvados que no pueden recibir al Espíritu Santo serán reprendidos por los espíritus santos por causa de sus pecados, y seguirán siendo juzgados hasta que se arrepientan.
Si se arrepienten, podrán recibir al Espíritu Santo y vivir una vida feliz. Pero si no se arrepienten, serán juzgados severamente por el Espíritu Santo y caerán en desgracia, recibiendo una calamidad tras otra, hasta quedar completamente hundidos en la infelicidad.
La era del Espíritu Santo, que comienza este año, es un tiempo en el que la humanidad será dividida en dos grupos muy distintos.
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