Este mundo siempre funciona según la ley celestial: “Los que hacen justicia prosperan, y los que hacen maldad perecen”. Quienes entienden esto viven sin errores en sus predicciones sobre el futuro y prosperan.
En este mundo, la ley celestial que dice “los justos prosperan y los malvados perecen” funciona con certeza.
Aunque a veces, aunque alguien haga lo justo, no recibe bendiciones por un tiempo, o aunque alguien haga maldad, no recibe castigo por un tiempo, la gente no nota fácilmente que esta ley celestial está activa.
Pero en realidad, esta ley funciona firmemente en el mundo.
Mis profecías se han cumplido porque veo el mundo bajo la premisa de que los justos son bendecidos y los malvados son juzgados según esta ley celestial.
Si alguien hace maldad, aunque no sea juzgado este año, será juzgado el próximo; y si no es juzgado el próximo año, será juzgado al siguiente.
Yo entiendo esto con claridad y estoy seguro de ello, por eso no quiero tener ninguna relación con personas malvadas, ni deseo caminar por el camino del mal.
He vivido haciendo justicia constantemente, y gracias a eso, hoy realmente llevo una vida llena de bendiciones del Señor.
Especialmente en esta época en que Dios ha venido a la tierra, la ley celestial actúa con más fuerza aquí, por lo que los malvados tendrán cada vez más dificultades, y los justos prosperarán cada vez más.
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