Busca a Dios con un corazón recto y busca la justicia. Quienes viven con un corazón recto no caen en las trampas de Satanás, no siguen caminos malos, y reciben salvación, vida y felicidad.
En este mundo, Satanás ha puesto trampas una encima de otra.
Pero la gente, sin saberlo, es engañada por Satanás y cae en esas trampas, hasta que sin darse cuenta destruyen sus propias vidas.
Además, hoy los tiempos están cambiando a una velocidad asombrosa, y cada vez más personas caen en la más profunda tristeza y sufrimiento.
Sin embargo, nosotros que creemos en Dios, aunque los tiempos sean difíciles, podemos vivir siempre felices y llenos de alegría, sin sentir esa caída.
Recibimos la gracia y las bendiciones de Dios todos los días, por eso no nos falta nada y podemos vivir plenamente satisfechos en todo.
Y precisamente porque Dios nos ama así, podemos vivir con un corazón recto, sin ser arrogantes ni amargados como muchas personas en el mundo.
Al vivir con el corazón recto, no caemos en las trampas de Satanás. Más bien, podemos ver todas sus trampas claramente y vencerlo.
Oro de corazón para que cada uno de ustedes agradezca sinceramente las bendiciones diarias de Dios, ame a Dios con un corazón recto, no caiga en las trampas de Satanás, sino que lo venza y destruya, y viva una vida feliz tanto en este mundo como en el venidero.
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