Al final, los malvados caen y los justos prosperan
Los malvados buscan prosperar a través del mal y la comodidad, sin hacer esfuerzos reales, lo que los lleva a debilitarse con el tiempo.
En cambio, los justos eligen un camino más difícil, lo que los convierte en personas disciplinadas y fortalecidas a lo largo del tiempo.
A primera vista, el mal puede parecer tener poder, pero en realidad es frágil y vulnerable.
Quienes eligen hacer el mal lo hacen porque les falta verdadera fuerza y habilidad, y buscan prosperar de manera fácil a través de caminos oscuros.
Si tuvieran competencias genuinas, se habrían esforzado por desarrollarlas y crecer a través de ellas.
Por su parte, nosotros, los justos, nos dedicamos con empeño a adquirir habilidades y capacidades que nos permiten florecer auténticamente.
A lo largo de este proceso, nos fortalecemos y nos disciplinamos tanto en mente como en cuerpo, evolucionando hasta convertirnos en individuos más completos y sólidos.
Sin embargo, los malvados, al apartarse de estos procesos, buscan avanzar a través de medios corruptos.
Esto les impide fortalecer su mente y su cuerpo, y, en lugar de eso, se convierten en personas cada vez más frágiles.
Así, aunque en el corto plazo los malvados puedan parecer que prosperan, al final, aquellos que han trabajado en sus habilidades y virtudes, los justos, superarán a los malvados con una ventaja abrumadora, y finalmente prevalecerán.
IR AL ARTÍCULO ORIGINAL: RAPT blog 913 (15/03/2025)
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