La clave de la verdadera alegría: compartir el evangelio con los demás
Si Dios desea que evangelicemos y nosotros no lo hacemos, ¿cómo podemos experimentar un amor recíproco con Él y ser verdaderamente uno con Su corazón?
Cuando decidimos tener perros, lo hacemos porque queremos experimentar el amor que podemos compartir con ellos.
No los alimentamos, paseamos o jugamos con ellos solo por hacerlo; lo hacemos porque deseamos crear un vínculo y mostrarles nuestro cariño.
Sin embargo, los perros no pueden comprender completamente esos sentimientos humanos. Aunque los cuidemos y juguemos con ellos, es probable que no entiendan la profundidad de nuestro amor.
De manera similar, así es la relación entre Dios y nosotros, los seres humanos. Dios siempre ha querido amarnos profundamente; por eso creó los cielos y la tierra y nos ha bendecido de muchas maneras. Sin embargo, a menudo no logramos comprender los sentimientos de Dios, ni siquiera nos detenemos a pensar en cuánto nos ama.
Los sentimientos de quien ama primero pueden ser difíciles de entender para quien es amado.
Pero imagina que en este mundo apareciera una persona que pudiera comprender el corazón de Dios y guiar a otros hacia Él. Esa persona haría inmensamente feliz a Dios, quien estaría honrado y agradecido, deseando hacer cualquier cosa por ella.
De hecho, Dios ha derramado sus generosas bendiciones sobre aquellos misioneros que han dedicado su vida a esta labor.
Mi oración es que cada uno de ustedes pueda experimentar la alegría de comprender verdaderamente el corazón de Dios hacia la humanidad y se convierta en un puente que conecte a muchos otros con Él, para que también puedan experimentar Su amor.
IR AL ARTÍCULO ORIGINAL: RAPT blog 907 (22/02/2025)
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