La Ascensión al Cielo: El Cambio Real que Estás Buscando
Cuando una persona recibe abundantemente al Espíritu Santo, su alma y espíritu son elevados al Cielo.
En ese lugar, se somete a diversas experiencias que transforman por completo su forma de pensar, llevándola a un renacer total.
La Biblia nos enseña que, cuando Cristo regrese, las personas serán llevadas al Cielo. Sin embargo, muchos cristianos, al leer estos versículos, piensan que sus cuerpos físicos ascenderán. Pero la realidad es que nuestros cuerpos humanos nunca ascenderán al Cielo, por más que lo esperemos.
Lo que realmente ascenderá no será nuestro cuerpo físico, sino nuestra alma espiritual.
Este proceso de ascensión al Cielo es comparable al nacimiento de un bebé. Al salir del vientre de su madre, el bebé entra en un entorno completamente nuevo, lo que cambia por completo su forma de pensar.
Es lógico que haya una gran diferencia entre alguien que nunca ha visto el Cielo y alguien que lo ha experimentado.
Y aquellos que hayan ascendido al Cielo podrán viajar entre este y la Tierra, siempre que sigan cumpliendo fielmente las condiciones de justicia. Tendrán la capacidad de ver las maravillas del Cielo y traerlas de vuelta para compartirlas con nosotros aquí en la Tierra.
Este año, el movimiento del Espíritu Santo ha cobrado un verdadero impulso. A partir de ahora, seremos testigos de cómo muchas personas serán elevadas al Cielo una tras otra, y crecerán hasta convertirse en espíritus infinitamente divinos que cumplirán la voluntad del Señor con gran poder.