Los que obedece las Palabra, cuanto mayor se hace, más sano se vuelve y más lleno de fuerza es capaz de vivir. ( + Mi testimonial de recuperación de la presbicia. )

 


Antes de creer en Dios, solía decir: «Estoy cansada. No tengo ganas de hacer nada»

Desde que entré en la mediana edad, a menudo me sentía cansada y sin energía, aunque hubiera dormido más de ocho horas.  

Además, aunque de joven tenía buena vista, a medida que me hacía mayor me resultaba más difícil leer.

Pero en los últimos tres años, desde que comencé mi fe, me he vuelto más enérgica y estoy más en forma que nunca.

Afortunadamente, mi visión, que se deterioró durante un tiempo, ahora también se ha recuperado. 

Antes, como me costaba leer los textos bíblicos,  leía la Biblia en versión digital con la letra ampliada. 

Sin embargo, un día, hace aproximadamente un mes, cogí por casualidad una Biblia, la hojeé y me di cuenta de que podía leer las palabras con claridad.  Y eso sin usar gafas ni nada.

A través de esta experiencia, reafirmé que si vive de acuerdo con la Palabra de Dios, puede mantenerse sano tanto espiritual como físicamente.

El Sr RAPT, nuestro maestro de la fe explica así lo siguiente:

La gente naturalmente debería estar libre de cualquier trastorno físico o malestar.

Sólo viviendo en ese estado puede el cuerpo estar a la altura de su función original.

Los seres humanos no sólo tenemos un cuerpo físico, sino también un cuerpo espiritual, y a medida que ese cuerpo espiritual crece, nuestro cuerpo se vuelve más sano, tenemos un aspecto más bello, nuestra mente se agiliza y podemos hacer con facilidad muchas cosas que no podríamos hacer sólo con nuestro cuerpo físico.

De hecho, yo misma, por el crecimiento de mi propio espíritu a través de la oracion a Dios y estudiando Su Palabra, la salud de mi cuerpo ha mejorado.

El propio maestro, RAPT san, que nos enseña la Palabra de Dios vive así. Él mismo realiza una diversa y enorme variedad de tareas por la voluntad de Dios las 24 horas del día, todos los días. Está siempre lleno del Espíritu Santo y es muy energético y  poderoso.

Como el maestro nos enseña, volviéndose a Dios y viviendo para Él, cualquiera podrá recibir el amor y poder de Dios en abundancia y gozar de buena salud en su cuerpo y mente. 

Además, cuanto más mayores nos hacemos, más sanos nos volvemos y más llenos de fuerza somos capaces de vivir, así que podemos disfrutar de nuestra vida y abordar cualquier tarea sin cansarnos.  

Yo misma, ahora a mis cincuenta años, estoy mucho más sana y tengo más vigor que cuando era más joven.

Como dice la Palabra de Dios, los que creemos en Él podemos prosperar mucho con la edad.

Esperamos que el mayor número posible de personas se encuentre con la Palabra, se vuelva a Dios, sane su mente y su cuerpo y lleve una vida dichosa y feliz.

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