Es la persona que ora y pide algo que parece improbable, pero que, al cumplirse, es reconocida por el Señor como alguien de fe firme, alabada y justificada.
“Es la persona que ora y pide algo que parece improbable, pero que, al cumplirse, es reconocida por el Señor como alguien de fe firme, alabada y justificada.”
Jesús reconoció y alabó a aquellos cuyas enfermedades fueron curadas por su fe, diciendoles que eran personas de fe sólida.
Además, les dijo: “Tu fe te ha salvado” y los reconoció como justos.
Así, en la Biblia, la “fe” ocupa un lugar central y se nos describe como bienaventurados por ella.
Sin embargo, los tiempos modernos parecen haberse alejado de esta "fe"profunda.
Por eso, milagros como el creer y sanarse de una enfermedad rara vez ocurren, y muy pocas han experimentado el milagro de que una oración sea atendida como debebría.
Cuando tenemos fe, todas nuestras oraciones son respondidas, y Dios no solo las escucha, sino que las celebra, nos justifica y, a través de su amor, nos bendice aún más.
¿Acaso existe una historia más gratificante que esta?
Es triste ver cómo Satanás ha logrado convencer a muchas personas de que la fe no tiene sentido, o que tenerla solo llevará sus vidas a la cunfusión.
Lo que hace Satanás es, en verdad, vil, mientras que lo que hace Dios es puro amor.
Mi oración es que todos y cada uno de nosotros seamos fuertes en esta “fe” que Dios nos ha enseñado, y que cumplamos nuestros deseos más profundos, viviendo una vida justa y llena de bendiciones.
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