La importancia de prepararnos espiritualmente para recibir las bendiciones de Dios

Dios siempre quiere darnos abundantemente, pero si no podemos recibirlo, es porque aún no somos recipientes adecuados para ello. En el mundo existen muchas cosas que son apropiadas para los adultos, pero no necesariamente para los niños. Por ejemplo, un cuchillo es una herramienta que un adulto puede usar de manera beneficiosa, pero si se lo das a un niño, podría ser peligroso, ya que podría lastimarse a sí mismo o a otros. Por esta razón, los adultos no dan cuchillos a los niños sin considerar las consecuencias. De manera similar, Dios no nos concede ciertas bendiciones hasta que alcanzamos una madurez espiritual. Si, por ejemplo, se le da una gran cantidad de dinero a alguien que no está espiritualmente maduro, algunos lo usarían para corromperse, mientras que otros podrían poner su fe en el dinero y alejarse de Dios. Dios ha prometido darnos riquezas y honor. Sin embargo, otorgar estos bienes a alguien inmaduro espiritualmente puede ser perjudicial para esa persona. Por eso, Dios so...